Características del endodermo. 

• Sensorial:

  El endodermo presenta propiedades sensoriales que permiten analizar el tipo de comida y determinar su composición química, como grasas, proteínas, azúcares y celulosa. Los conflictos biológicos relacionados con la incapacidad para analizar un pedazo de comida pueden provocar cambios en la peristalsis intestinal y síntomas como náuseas durante la fase activa y la epicrisis. Entre las propiedades sensoriales de los tejidos endodérmicos se encuentran la fotosensibilidad de la coroides, los quimiorreceptores de la nariz, el sentido del gusto, el olfato, el oído arcaico y los quimiorreceptores del tracto intestinal.

• Motilidad / Peristalsis:

  La motilidad del endodermo se refleja en la peristalsis, que impulsa el alimento hacia adelante. Este proceso involucra la musculatura longitudinal y la musculatura intestinal de segmentación, inervadas principalmente desde el Tronco Simpático y el nervio vago, respectivamente. Los síntomas asociados incluyen tránsito acelerado durante la fase activa y constipación, disfagia y eructos durante la fase de solución del conflicto. Tejidos endodérmicos con propiedades de motilidad incluyen los ojos, venas, útero, faringe, tracto gastrointestinal, pupilas, esófago, vejiga, bronquiolos y uréteres.

• Secreción:

  El endodermo también se caracteriza por su capacidad de secreción, que incluye saliva, jugos digestivos y mucosidad. Esta secreción puede ser exocrina o endocrina, y aumenta durante un conflicto biológico. Los síntomas digestivos asociados incluyen salivación y mucosidad durante la fase activa y la epicrisis, y boca seca durante la fase de solución del conflicto. Tejidos endodérmicos con propiedades de secreción incluyen la submucosa nasal, la cavidad oral, la faringe, el estómago, el duodeno, las tubas uterinas, el útero, la vejiga, el oído medio, las tubas auditivas y varias glándulas.

• Absorción:

  El endodermo es responsable de la absorción de nutrientes desde el intestino hacia la sangre y el sistema linfático, así como la absorción de agua en el intestino y los túbulos colectores renales. Esta absorción también ocurre en el colon y los alveolos pulmonares. Durante la fase activa y la epicrisis, no se presentan síntomas significativos, pero en la fase de solución del conflicto pueden ocurrir problemas de mala absorción, flatulencias e inflamación. Tejidos endodérmicos con propiedades de absorción incluyen la mucosa del estómago, el duodeno, el yeyuno, el íleon, el colon ascendente y los túbulos colectores renales.

• Excreción:

  El endodermo participa en la excreción de toxinas y subproductos del metabolismo a través de diversas vías, como la renal, fecal, transpiratoria y respiratoria. Esta excreción puede incluir la eliminación de productos de la sangre como la bilis. Los cambios en la composición de la materia fecal son comunes durante todas las fases del SBS. Tejidos endodérmicos con propiedades de excreción incluyen la submucosa del intestino grueso, los alveolos pulmonares, los túbulos colectores renales, el ombligo interno, el ciego, el apéndice y el parénquima hepático.

El anillo arcaico era como una especie de estructura en forma de anillo que representaba el intestino en nuestros ancestros. En él, la parte donde comenzaba el tracto intestinal, por donde ingresaba el alimento, se encontraba en el lado derecho, mientras que la parte final del intestino, por donde se expulsaban las heces, estaba en el lado izquierdo de la cavidad.

Durante el desarrollo embrionario, esta estructura en forma de anillo se rompió justo debajo de la faringe, transformando la cavidad faríngea primitiva en las cavidades actuales de la boca y el ano (cavidad orofaríngea anal).

Este cambio importante ocurrió durante lo que se conoce como el "período de la faringe primitiva". La transformación de la cavidad faríngea primitiva en las cavidades bucal y anal sucedió cuando el tejido que recubre el intestino, conocido como epitelio pavimentoso, ya había avanzado unos 12 cm dentro de la faringe hacia la parte final del intestino (recto), donde se expulsan los alimentos digeridos.

Es por esta razón que hoy en día encontramos tejido epitelial escamoso hasta 12 cm por encima del nivel del ano. Este tejido está relacionado con el control de diferentes partes del cuerpo, como el recto, la vagina, el cuello uterino, la vejiga urinaria y la pelvis renal, y se encuentra organizado en el cerebro junto con las áreas que derivan de los arcos faríngeos de la faringe primitiva anterior.

El control nervioso de la cavidad bucal y faríngea actual proviene de los pares craneales del Tronco Cerebral. Los nervios del lado derecho controlan la entrada de alimentos, mientras que los del lado izquierdo controlan la expulsión (a través del ano). Esta disposición nerviosa también explica por qué aún hoy podemos observar el reflejo del vómito.

En resumen, la transformación del anillo arcaico durante el desarrollo embrionario fue un evento crucial en la evolución que condujo a la formación de las cavidades bucal y anal. Este proceso también afectó la organización del control nervioso en nuestro cuerpo, influyendo en la forma en que respondemos a la ingesta y eliminación de alimentos.

Los órganos encargados de atrapar, digerir y expulsar los alimentos abarcan una variedad de bocados, que incluyen sólidos, auditivos, visuales, aéreos y líquidos. En la vida moderna, el dinero también puede considerarse un 'bocado' en sentido simbólico, ya que está asociado con los recursos y las necesidades humanas más allá de la comida, como el empleo, los bienes materiales y las herencias.

• A nivel orgánico, la válvula ileocecal marca el punto de transición entre la asimilación y la eliminación de nutrientes. En el sistema nervioso, los centros de regulación encargados de estos procesos se distinguen en dos áreas dentro del Tronco Cerebral: el área de asimilación se encuentra alrededor del IV ventrículo, en el lado derecho, mientras que el área de eliminación está en el lado izquierdo.

• El estímulo emocional de la activación (conflicto o shock biológico) se remonta a necesidades básicas y arcaicas de supervivencia, como la respiración, la alimentación y la reproducción. Existe una necesidad de absorber (atrapar) o expulsar (eliminar) un 'bocado', siendo la parte derecha del cuerpo responsable de la absorción y la parte izquierda de la eliminación.

• Durante la Fase de Conflicto Activo (CA), se produce un aumento inmediato de la función, con la proliferación celular. También hay una multiplicación de bacterias y hongos a partir del inicio del conflicto. En la Fase de Solución del Conflicto (PclA), conocida como Vagotonía, se observa una caída drástica de la función, acompañada de una reducción celular caseosa y la acción de microbios como hongos y micobacterias. Se presentan síntomas como fiebre, inflamación y dolor, con una temperatura máxima regular de 37.2 grados y una duración máxima de tres semanas.

• La fase de Epicrisis se caracteriza por una agudización de los síntomas, con un intenso frío interno, náuseas, diarreas, vómitos, salivación, dolor, cólicos y sangrado, que pueden durar hasta cuatro horas. En la Fase de Solución del Conflicto (PclB), se observa una reducción celular caseosa o encapsulamiento, con normalización de la función y sudoración nocturna. Finalmente, en la etapa de Eutonía, se forman restos cicatriciales calcificados, cavernas y quistes líquidos, con encapsulamiento de tumores, nódulos y quistes."